Cali, con los festivales como bandera y la conectividad como desafío

A la jornada de trabajo le precedió una demostración de salsa. “Este es el producto ancla del turismo. El tema es ofrecer una experiencia alrededor de la salsa, con las escuelas, lugares para bailar, instrumentos musicales y vestuarios. La idea es ofertar y empaquetar planes turísticos alrededor de la salsa, pero también de la naturaleza, historia, gastronomía, arquitectura, estética, deporte y aventura”, explicó Julián Londoño Duque, director de Proyectos de la Gobernación del Valle del Cauca.

La delegación colombiana mantuvo reuniones de trabajo con funcionarios del Ministerio de Turismo. Uno de los temas tratados fue mejorar la conectividad con el Valle del Cauca, ya que hasta ahora solo es posible viajar a Cali desde Esmeraldas y Guayaquil, y se busca rescatar la frecuencia desde Quito.

Martha Lucía Villegas, secretaria de Turismo de la Alcaldía de Cali, adelantó que otra de las propuestas es trabajar un tema multidestino para los mercados de Asia. “Propusimos trabajar la ruta del Pacífico en conjunto, trabajar el mercado de Asia, es decir, la gente que viene de India, Japón o China, que es un mercado de alto valor agregado que le puede dejar mucho al turismo. Cali se ha vuelto la puerta natural de entrada al Pacífico y la idea es vender Ecuador, Perú y Chile”, explicó la funcionaria.

De cara a los agentes de viajes, la recomendación de los funcionarios colombianos fue que vendieran el destino en el segundo semestre del año, pues es la temporada de festivales. En agosto está el Festival de Música Petronio Álvarez, en septiembre el Festival Mundial de Salsa, que incluye temas gastronómicos, y en diciembre la Feria de Cali.

El paso de Cali por Quito terminó con un cóctel que se realizó justo el día de la Independencia de Colombia, el 20 de julio. Nuevamente la salsa fue la invitada de honor a este evento que también contó con una degustación de la gastronomía del Valle del Cauca de la mano de la chef colombiana Carolina Jaramillo.