Ubicado en la pintoresca Bahía de Piscadera, el Curaçao Marriott Beach Resort ofrece a sus huéspedes una playa privada con acceso directo desde las piscinas y áreas comunes. Su amplia franja de arena blanca, aguas cristalinas y oleaje moderado garantizan comodidad y privacidad, ideales para nadar o practicar deportes acuáticos.
Curaçao Marriott Beach Resort: cada rincón pensado para disfrutar
Con playa privada, gastronomía caribeña y diseño de inspiración europea, el Curaçao Marriott Beach Resort redefine la experiencia frente al mar en la isla.
Lujo, playa privada y hospitalidad caribeña se fusionan en el Curaçao Marriott Beach Resort, un oasis frente al mar cerca del corazón de Willemstad, Curazao.
De hecho, el resort también invita a disfrutar actividades como snorkel, kayak y paddle board en la bahía, así como buceo en el arrecife artificial, excursiones en catamarán y pesca de altura. Para quienes buscan bienestar, se ofrecen clases de yoga frente al mar y aeróbicos acuáticos, convirtiendo el entorno caribeño en un espacio perfecto para el descanso y la energía.
Habitaciones con vista al mar y alta gastronomía
La propiedad fue diseñada para que cada habitación ofrezca vistas espectaculares del mar Caribe. Todas cuentan con balcones privados, divididas en tres categorías:
- Oceanfront, con vistas frontales y sin obstáculos al mar.
- Ocean View, que combina vistas del mar con jardines o piscinas.
- Partial Ocean View, con panorámicas parciales al mar y entorno tropical.
Por otro lado, la experiencia gastronómica está pensada para integrarse con la playa. El Salty Iguana Ocean Grill, junto a la piscina Harmony, ofrece comidas y snacks con servicio directo en la arena. Para disfrutar de un cóctel al atardecer, el Zala Gastro Lounge y el Koi Kòrá Sushi Bar brindan ambientes sofisticados con vistas al mar y a la piscina, mientras que el restaurante Çspice propone cocina internacional con terrazas al aire libre entre jardines tropicales.
Arquitectura, cultura y hospitalidad al estilo Marriott
Curaçao Marriott Beach Resort se distingue por su fusión arquitectónica entre la elegancia europea-holandesa y el colorido espíritu caribeño, visible en cada rincón de la propiedad. Sus dos piscinas exteriores —la Serenity Pool, infinita y solo para adultos, y la Harmony Pool, familiar— ofrecen espacios diseñados tanto para el descanso como para la diversión.
Así mismo, su ubicación estratégica, a tan solo siete minutos del centro histórico de Willemstad, permite mezclar el descanso con la cultura, las compras y la vida nocturna.
En ese sentido, este lugar atrae tanto a parejas que buscan romance como a familias que priorizan comodidad y diversión. Las primeras disfrutan un entorno íntimo, cenas frente al mar y algunos de los atardeceres más memorables de Curazao. Las segundas encuentran el club infantil Green Turtle, las amplias habitaciones con dos camas Queen y los planes todo incluido, la unión perfecta para unas vacaciones sin preocupaciones.
Para más información sobre la propiedad, ingrese a la página web de Curaçao Marriott Beach Resort
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