El Banco Mundial presentó el informe "Ecuador: Crecimiento resiliente para un futuro mejor", donde realiza una radiografía de la economía del país y menciona algunas oportunidades en sectores clave que se deberían aprovechar para fomentar el desarrollo económico. Esto, por cuanto la economía del país solo creció un 0,2% del 2014 al 2022.
Banco Mundial propone potenciar turismo en Ecuador para mejorar la economía
Un informe del Banco Mundial plantea fortalecer el turismo en Ecuador como una manera de contrarrestar el bajo crecimiento de su economía.

Para el Banco Mundial, el turismo puede ser un factor de despegue para la economía ecuatoriana.
En concreto, junto a la minería legal y la agricultura, el organismo menciona al turismo como uno de los sectores que puede contribuir al dinamismo económico, al considerar que tiene un alto potencial.
Para el organismo, el atractivo turístico del Ecuador radica, sobre todo, en “su ecología, topografía y patrimonio cultural únicos”, aspectos que atraen a una gran variedad de visitantes, desde jóvenes mochileros hasta jubilados con un alto poder adquisitivo.
El turismo contribuye poco al PIB en Ecuador
Sin embargo, actualmente, la contribución del turismo de Ecuador al empleo y a la economía es una de las más bajas de la región, habiéndose visto aún más limitada en los últimos años.
Como muestra, en 2021, el rubro solo representó 2,9% del PIB en ese país, cuando en Perú y Costa Rica superó el 5%, y en México, el 13%.
Asimismo, a pesar de brindar alojamientos baratos y contar con combustibles subsidiados, la industria turística ecuatoriana atrajo solo el 2% de la inversión total extranjera en turismo de América Latina y el Caribe, entre 2015 y 2019.
Algunos de los factores que explican este panorama son:
- La actividad turística se concentra en Quito, Guayaquil y Galápagos, a pesar de los atractivos naturales, culturales e históricos de otras regiones.
- Poco desarrollo de segmentos lucrativos del turismo, como los visitantes extranjeros, los nómadas digitales y los visitantes de la tercera edad procedentes de países de renta alta.
- Los crecientes índices de inseguridad en el país impiden la recuperación de los viajes de negocios.
- La falta de una marca país eficaz y duradera.
- La limitada coordinación entre las agencias gubernamentales y el sector privado, además de las complejas regulaciones sectoriales.
- El limitado acceso a financiamiento a las pequeñas y medianas empresas turísticas.
Ecuador puede recuperar su potencial turístico
No obstante, algunos indicadores muestran que el Ecuador cuenta con el potencial para superar estas cifras negativas. Así, en 2021, los turistas que visitaron el país gastaron en promedio 1.571 dólares por persona, una de las cifras más altas de la región, solo superada por Brasil, Costa Rica y Perú.
Además, antes de la pandemia, el 57% de los visitantes extranjeros provinieron de países de ingresos altos, y 40% de ingresos medios-altos, por lo que el Banco Mundial considera que el turismo ecuatoriano debe apuntar a estos sectores.
Banco Mundial plantea alternativas para recuperar el turismo
Como una solución a estos inconvenientes que limitan la potenciación de la industria turística, el Banco Mundial plantea las siguientes alternativas:
- Crear una marca país eficaz y mejores estrategias de marketing sobre la variada oferta de Ecuador.
- Contar con información permanente sobre los intereses de los turistas, los lugares que visitan y en qué gastan su dinero, para facilitar la toma de decisiones en temas como inversión, publicidad o préstamos.
- Incrementar las rutas aéreas y de transporte terrestre a nivel nacional, así como la infraestructura hotelera y de restaurantes, para potenciar el turismo en otras zonas del Ecuador además de Quito y Guayaquil, como la Amazonía.
- Fomentar la inversión privada a través del otorgamiento de mayor financiamiento a pequeñas y medianas empresas turísticas y la agilización en la concesión de licencias para nuevos operadores.
- Alcanzar un mayor equilibrio entre conservación, sostenibilidad y desarrollo turístico, por ejemplo, a través de una gestión más sostenible de los residuos sólidos y un mayor cuidado de las zonas protegidas.