Las aerolíneas europeas se preparan para un verano con una operativa muy difícil: la escasez de piezas y aviones nuevos, causada por los cuellos de botella en la cadena de suministro (sobre todo de Boeing) está obligando a las grandes compañías aéreas a utilizar aviones de repuesto y piezas usadas.
Los retrasos de Boeing obligan a las aerolíneas a usar "aviones de repuesto"
Las aerolíneas están apostando por repuestos de aviones ya retirados ante los retrasos en los plazos de entrega de nuevos aviones de Boeing.
Esto también podría afectar la calidad del servicio y aumentar los costos operativos.
Y un ejemplo de este tipo de casos es Air France-KLM, quien reporta ya problemas graves para reemplazar hornos defectuosos, piezas de motor y separadores de asientos. Esto ha provocado que se hayan inmovilizado decenas de aviones por reparaciones que han acabado doblando sus costes.
Más problemas para las aerolíneas
Pero el problema no está solo en la escasez de componentes, sino a la falta de piezas específicas en las cabinas de primera clase, que obligan a reconvertirlas en “turista premium” o turista directamente, lo que reduce la oferta de estos asientos de alto precio.
Para mitigar la falta de aviones nuevos y piezas, las aerolíneas están incrementando el uso de aviones de repuesto durante el verano. Esta medida implica la operación de aviones más antiguos, lo que podría comprometer la comodidad y la experiencia de los pasajeros.
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La incertidumbre prevalece en la industria, ya que no se espera una solución rápida a los problemas de la cadena de suministro. Guillaume Faury, CEO de Airbus, ha señalado que los cuellos de botella podrían persistir entre dos y tres años, mientras que la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) prevé que las disrupciones continúen hasta 2026.
Los retrasos en las entregas de Boeing siguen siendo un "dolor de cabeza"
Problemas que se suman a los ya existentes con el “cuello de botella” y retrasos de Boeing: se estima que las entregas de aviones de la multinacional estadounidense en 2024 podrían ser un 19% más bajas de lo previsto inicialmente, lo que significa que la empresa podría entregar alrededor de 490 aviones en lugar de los 600 previstos.
De hecho, Boeing ha estimado que los problemas de la cadena de suministro le costarán entre 5.000 y 6.000 millones de dólares en 2023.
Y esto, a su vez, ha provocado que algunos clientes de Boeing hayan cancelado pedidos de aviones debido a los retrasos en las entregas. Se estima que en 2023 se han cancelado pedidos por valor de 10.000 millones de dólares.
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