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Turismo MICE y de bodas: entre la tradición y las nuevas tendencias

Tanto en el turismo MICE como en el de bodas, los eventos tradicionales se mezclan con nuevas preferencias que han surgido en los últimos años.

Son 4 básicamente los tipos de eventos más populares entre los ecuatorianos a nivel de turismo MICE: congresos internacionales, convenciones, incentivos y Team Building. Mientras que, en lo referente al turismo de bodas, existe una cada vez mayor preferencia hacia las bodas simbólicas.

Congresos: turismo MICE para el desarrollo profesional

En lo referente a los congresos, dirigidos a la formación profesional, quienes más asisten son los profesionales farmacéuticos, de la medicina y de la banca, de acuerdo a María Del Carmen Almeida, responsable del departamento MICE en la mayorista MW.

Al ser organizados por asociaciones internacionales, estos eventos, en general, se desarrollan en Estados Unidos y Europa, con estadías de entre 3 y 5 noches. En este caso, los ecuatorianos suelen alojarse en hoteles de entre 3 y 4 estrellas, gastando entre US$ 260 y US$ 500 por noche.

Los viajes se llevan a cabo de manera individual o por medio de paquetes grupales de entre 10 y 20 personas a lo largo del año, excepto en la temporada vacacional de junio, julio y agosto.

Samuel Guillén, gerente del DMC GH Travel Group, asegura que los ecuatorianos también acuden mucho a congresos en México, Brasil y Panamá, al tratarse estos países de los destinos MICE más posicionados a nivel de América Latina.

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Convenciones para las reuniones de estrategia y negocios

En cuanto a las convenciones -encuentros organizados por las mismas empresas para presentar sus cumplimientos de metas empresariales o lanzar nuevos productos -, Almeida manifiesta que, a nivel internacional, quienes más los organizan son las farmacéuticas, en destinos como Argentina y Brasil, además de países europeos como Grecia, Italia y España.

A nivel nacional, en cambio destacan Quito, Guayaquil, Cuenca, Galápagos y hoteles en la Amazonía como La Casa del Suizo, en Napo.

Tras la pandemia, estos eventos ahora atraen a grupos mucho más reducidos, de entre 15 y 50 personas, en comparación con los 100 o 200 asistentes que solían convocar anteriormente. "La diferencia es que ahora estos eventos son más frecuentes y se realizan todo el año, mientras que antes se realizaban con menor regularidad", asegura Almeida.

De acuerdo a la representante de MW, las convenciones suelen llevarse a cabo en hoteles de entre 4 y 5 estrellas, con una estadía aproximada de 3 noches-4 días, con paquetes a un costo promedio de entre US$ 1.500 y US$ 2.500 por persona, a nivel del exterior.

Si bien se tratan de reuniones enfocadas a los negocios, también se incluyen tours para disfrutar del destino turístico.

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Incentivos para recompensar al personal

Los incentivos son otros de los eventos MICE que más desarrollan las empresas ecuatorianas. Al tratarse de viajes que recompensan a los empleados tras el cumplimiento de una determinada meta empresarial, estos se orientan más al turismo y al entretenimiento. Por esta razón, lo más común es elegir destinos de sol y playa.

Tanto Almeida como Guillén coinciden en que, en Ecuador, quienes más participan en este tipo de encuentros son las empresas grandes de ventas de consumo masivo o que cuentan con importantes departamentos de ventas, como las aseguradoras y farmacéuticas.

Al abarcar grupos grandes, que pueden alcanzar entre 100 y 500 personas, en general se suelen elegir opciones más económicas, como hoteles todo incluido.

Los destinos más usuales para las reuniones de incentivos

Así, en el ámbito internacional, lo más común es acudir al Caribe, a países como Aruba y Curazao, y a ciudades como Punta Cana y Cartagena, y en el nacional, a resorts que cuentan con este tipo de servicio, como Decameron (Esmeraldas y Santa Elena) y Hillary Resort (El Oro).

A nivel internacional, los valores de los paquetes oscilan entre US$ 1.000 y 1.200 por persona, con una estadía de entre 3 y 4 noches, y a nivel nacional, entre US$ 300 y US$ 500, con estadías más cortas, de unas 2 noches.

Al tratarse de reuniones de incentivos, también es bastante común que una de las noches se reserve para un evento de gala o premiación.

En cuanto a temporadas, suelen organizarse entre febrero y abril, ya que son los periodos más frecuentes para entregar las recompensas del año anterior, asegura Wilmer Constante, presidente de MW.

También, porque, al ser meses de temporada baja, los costos son menores y existe mayor disponibilidad hotelera, explica Guillén.

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Team Building: turismo MICE para mejorar el trabajo en equipo

Otra tendencia en auge del turismo MICE en Ecuador, pero ya más en la escena nacional, son los viajes de Team Building, es decir, aquellos que se orientan a mejorar las habilidades de trabajo en equipo y de liderazgo.

Guillén señala que, en este caso, quienes concurren son los departamentos de las empresas -es decir, no toda la empresa-, por lo que los grupos suelen ser más reducidos, abarcando entre 15 y 30 personas.

Igualmente, al buscarse que los trabajadores se concentren en tareas determinadas, se buscan lugares turísticos en ambientes tranquilos fuera de las grandes ciudades, como Baños, Cuenca, Mindo y la Amazonía.

En este caso, las estadías suelen ser de 3 días-2 noches en alojamientos de 4 estrellas, con un costo promedio de US$ 100 diarios, financiado en parte por los empleados.

El gerente de GH Travel Group asegura que los viajes suelen tener lugar entre septiembre y noviembre, así como entre febrero y abril, cuando no es temporada alta.

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Turismo MICE con propósito

Otra práctica que está naciendo en Ecuador con respecto al turismo MICE es aquella que incluye experiencias participativas con las comunidades, además de las reuniones estratégicas y excursiones turísticas.

Una de las entidades que ofrece este tipo de experiencias – tanto a nivel de convenciones como de incentivos- es la agencia de viajes y tour operadora Discovering Americas.

De acuerdo a su gerente comercial, Wendy Narváez, las empresas que se están decantando más por este tipo de turismo son aquellas que han incorporado la responsabilidad social corporativa a sus principios, por ejemplo, las de distribución de energía y petroleras, al igual que las empresas de consumo masivo.

Pintar escuelas, construir casas o conocer más sobre las labores diarias, tradiciones y cultura de las comunidades son algunas de las actividades en las que se participa.

Narváez señala que, para esta clase de encuentros, los destinos preferidos a nivel nacional son Cuenca, la Amazonía y Galápagos, y a nivel internacional, países de América Latina como Colombia, República Dominicana, Argentina, Perú, Panamá y Venezuela.

Aunque también se suelen realizar viajes a Europa, los viajes hacia ese destino han disminuido por lo complicado que resulta obtener la visa, de acuerdo a Narváez.

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Bodas simbólicas en el Caribe e islas: lo más demandado

El turismo de bodas también está cobrando cada vez mayor auge entre la población ecuatoriana.

Una de las costumbres más arraigadas en la actualidad es organizar matrimonios en destinos de sol y playa, sobre todo en ciudades del Caribe como Cancún, Punta Cana y Cartagena, a escala internacional, y en zonas como Punta Carnero (Santa Elena) y Manta, a escala nacional, de acuerdo a Almeida.

Narváez añade a Jamaica, Aruba y Bahamas, del lado del exterior, y Galápagos, del lado local. Esto, tomando en cuenta que muchos buscan islas y lugares paradisiacos.

Preferencia por los hoteles todo incluido

En lo que se refiere a alojamientos, a escala internacional, los preferidos por los ecuatorianos son los hoteles todo incluido, que usualmente ofrecen paquetes de bodas que incorporan ceremonias simbólicas, además de otros servicios, como mesas, sillas, decoración, un menú estándar, entre otros.

Para que las bodas puedan oficiarse, los hoteles exigen que al menos haya 20 invitados.

Si bien, de acuerdo a Almeida, el costo básico de los paquetes oscila entre los US$ 3.500 y US$ 5.000, este siempre termina aumentando, pues los novios suelen agregar servicios personalizados. Por esa razón, no se puede determinar un costo promedio de ese tipo de eventos.

Algunos hoteles en el Caribe también cuentan con capillas consagradas para aquellas parejas que desean tener bodas eclesiásticas, pero, en ese caso, el costo es mayor.

Sin embargo, Narváez insiste en que, en general, los ecuatorianos se inclinan cada vez más por casarse a través de ceremonias simbólicas que integran elementos holísticos y ancestrales, además de que se procura celebrarlos en medio de paisajes atractivos, como la playa o con vista a las montañas, por ejemplo.

Bodas: más pequeñas que antes

Además, al buscarse un carácter más íntimo, las bodas suelen ser mucho más pequeñas que antes, por ejemplo, de entre 30 y 50 personas.

Respecto al perfil del ecuatoriano que más consume turismo de bodas, aunque Almeida sostiene que este corresponde a un nivel socioeconómico medio-alto, no cree que haya un patrón definido en otros aspectos como la edad, ya que afirma que existe una gran diversidad en ese sentido.

No obstante, Narváez considera que sobre todo se trata de adultos jóvenes, de entre 35 y 45 años, con carreras sólidas, estudios altos y un buen poder adquisitivo.

En lo referente a alojamientos, aparte de los todo incluido, estima que otra de las tendencias que se observa actualmente es la de escoger hoteles boutique que, en muchas ocasiones, se reservan exclusivamente para los invitados a la ceremonia.

Ya en lo concerniente al tiempo de estadía, Almeida afirma que usualmente este es de al menos 5 noches- 6 días para los ecuatorianos que se casan en el exterior, y de al menos 2 noches-3 días para los que organizan su boda en el país.

En lo que respecta a temporadas, la responsable de MICE en MW asegura que, independientemente del día, los novios eligen más bien fechas simbólicas, por ejemplo, relacionadas con eventos especiales. En cambio, la gerente de Discovering Americas dice que, en general, estas se celebran entre abril y junio.

Andrea Jaramillo, gerente comercial de la agencia de viajes Polimundo, que organiza frecuentemente bodas en la hostería y resort Jama Campay, en Manabí, también comenta que se ha tornado muy común que las personas que desarrollan sus bodas en la Costa lo hagan en los meses menos calurosos, es decir, en abril y mayo, y entre septiembre y octubre.

De igual manera, señala que, además de las bodas tradicionales, cada vez más parejas celebran ceremonias para conmemorar sus bodas de plata y oro.

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Bodas de migrantes, entre las nuevas tendencias

Guillén menciona otra tendencia que se ha observado recientemente en gran magnitud, pero esta vez entre los ecuatorianos que residen en el exterior: regresar al país para celebrar su boda eclesiástica.

En el caso de este segmento específico, los destinos preferidos son haciendas ubicadas en las parroquias rurales de Quito y Cuenca. En cuanto a los perfiles, se trata de varones de entre 30 y 35 años, que residen alrededor de 10 años en Estados Unidos y España, con un buen poder adquisitivo y cuya pareja es extranjera.

Otro hábito común es que la boda que celebran en el país sea la segunda, después de haber realizado una primera en su país de residencia.

En este caso, de acuerdo a Guillén, las bodas sí son más grandes, es decir, de entre 150 y 200 invitados y con un costo significativo, de alrededor de 40 mil dólares. Además, en general, tienen lugar en la temporada de verano, cuando los novios están de vacaciones, es decir, en los meses de julio y agosto. Tras la boda, es habitual que la luna de miel sea en Galápagos.

Finalmente, otra práctica cada vez más adoptada por las ecuatorianas en cuanto al turismo de bodas, según Narváez, es organizar bridal showers, nombre con que se conoce a los viajes que hace la novia con un grupo de amigas previo a la ceremonia.

Con respecto a esta actividad, es usual que los grupos sean de entre 6 y 10 personas, mientras que los destinos que más maneja Discovering Americas son Río de Janeiro con Búzios, en Brasil; Mendoza, en Argentina, con cata de vinos incluida; Jamaica; Las Vegas, en Estados Unidos; Cartagena e Islas del Rosario, en Colombia; Machu Picchu y lago Titicaca, en Perú; y estadías en resorts de Curazao y Aruba.

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