IATA publicó un informe donde evalúa qué sucede con los denominados plásticos de un solo uso, en el transporte aéreo. El reporte tiene el título original en inglés de “Reassessing Single Use Plastics Products in the Airline Sector” (Reevaluación de productos plásticos de un solo uso en el sector aéreo) y fue elaborado en conjunto por Travel Without Plastic.
IATA pone en la mira a los plásticos de un solo uso
IATA quiere que se erradiquen los plásticos de un solo uso en el transporte aéreo global y formuló recomendaciones.
Más allá de las definiciones, el trabajo “ayuda a las aerolíneas, reguladores y cadenas de suministro de las aerolíneas a reducir el impacto medioambiental de los productos de plástico de un solo uso (SUPP, por sus siglas en inglés)”.
Esta publicación coincide con la celebración de un nuevo encuentro del Comité Intergubernamental de Negociación (INC, por sus siglas en inglés), convocado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con el fin de alcanzar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante, sobre el uso de los SUPP para finales de 2024.
IATA y los plásticos de un solo uso
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), “plásticos de un solo uso” es un “término genérico que engloba a todos los artículos de plástico ideados para ser utilizados una sola vez antes de ser desechados o reciclados. La lista incluye artículos tales como bolsas para la compra, empaques de alimentos, botellas, pajillas, etcétera”. “Se calcula que el mundo generó 139 millones de toneladas métricas de residuos plásticos de un solo uso exclusivamente en 2021. Eso equivale a más de 13.700 torres Eiffel”, detalla el Pnud.
En su informe, IATA admite que el transporte aéreo los utiliza habitualmente en la aviación “por su resistencia, ligereza y capacidad para cumplir con las normas de seguridad y protección”. “Sin embargo, el sector de las aerolíneas se enfrenta al reto de reducir los residuos que se generan en cabina y reemplazar los SUPP por alternativas sostenibles”, agrega la Asociación. “Además, existen obstáculos técnicos y operativos, y la falta de una normativa armonizada y basada en los riesgos supone una barrera importante para impulsar el reciclaje y avanzar hacia una gestión circular de residuos. La ausencia de una normativa razonable sigue limitando los esfuerzos de las aerolíneas por mejorar la sostenibilidad de las operaciones en cabina”, agrega IATA.
De hecho, un sondeo de IATA revela que los más de tres cuartas partes de los pasajeros se sentirían mejor sin SUPP a bordo, y aceptarían de buen grado menos opciones de comida y bebida si con ello las aerolíneas logran reducirlos o eliminarlos.
La patronal de las aerolíneas considera que la colaboración a lo largo de la cadena de valor de la aviación es vital para propiciar la implantación de los principios de la economía circular y facilitar la reducción y sustitución de los SUPP, indispensables para reducir los residuos e incrementar la reutilización de materiales.
En definitiva, IATA terminó formulando recomendaciones para tres sectores involucrados: las aerolíneas, los reguladores y las cadenas de suministro.
Recomendaciones para las aerolíneas
IATA propone a sus socias “reducir los residuos en origen revisando las normas y procedimientos desde el punto de vista de la reducción de residuos y la reutilización, y evaluar con criterios profesionales la necesidad de SUPP”. Y recomienda: “Establecer objetivos claros para la eliminación, la medición y el seguimiento, y divulgar los avances”.
Como contraparte es preciso “introducir materiales reutilizables como estrategia para impulsar la gestión circular. Esto requiere cambios logísticos que incorporen un servicio circular cerrado, que incluye el impacto del posible peso añadido de los artículos reutilizables en los aviones sobre el consumo de combustible y las emisiones de carbono”.
Por último, IATA señala que se debe mejorar la gestión y recuperación de residuos facilitando la separación de residuos a bordo y en tierra, y realizando auditorías de composición de residuos en las operaciones de pasajeros y carga”.
Recomendación para los reguladores
Para los reguladores, IATA recomienda fomentar de forma proactiva “la reducción de SUPP mediante el desarrollo de reglamentos armonizados y sencillos. Desarrollar una guía que permita establecer definiciones y estándares globales para productos alternativos que incluyan el etiquetado, la integridad y las certificaciones”. “Crear las infraestructuras necesarias y marcos armonizados que faciliten la implantación de modelos de separación y reutilización, es preciso, teniendo en cuenta y respondiendo a las características de las operaciones de las aerolíneas internacionales”, indica la Asociación.
“Los reguladores deberán respaldar una metodología clara y el intercambio de buenas prácticas como elementos esenciales para garantizar que los procesos de separación de residuos sean eficientes y eficaces; y apoyar el desarrollo de infraestructuras de separación y recuperación de residuos en las instalaciones aeroportuarias o cerca de ellas”, dijo IATA.
Recomendación para las cadenas de suministro
Finalmente, para la cadena de suministro, la entidad señala que la organización de foros centrados en soluciones en los que participen las principales partes interesadas, para ayudar a identificar y aplicar cambios en los procesos que den prioridad a soluciones integrales que garanticen las mejores prácticas y promuevan cambios normativos”.
“Aumentar la colaboración entre los sectores público y privado y la inversión para poner en marcha los principios de la economía circular en la cadena de valor de la industria de aerolíneas a fin de permitir cambios considerables en los procesos y procedimientos de las partes interesadas, tanto en las fases previas como en las posteriores”, concluye IATA.
Para Marie Owens Thomsen, vicepresidenta sénior de Sostenibilidad y directora de Economía de IATA: “Las aerolíneas están adoptando un enfoque global en materia de sostenibilidad que contempla la reducción del impacto medioambiental de los SUPP”. “Este estudio proporciona una serie de recomendaciones útiles para ayudar a aerolíneas, organismos reguladores y cadenas de suministro a gestionar las dificultades que entraña la reducción de los SUPP. Entre ellas destacan la búsqueda de alternativas a los SUPP, la creación de un marco normativo armonizado y el fomento de la colaboración en todo el sector. Cabe destacar que estas recomendaciones aprovechan la experiencia de todos los participantes en el sector de la aviación para desarrollar, adaptar y aplicar las soluciones que mejor se adapten al entorno único de cada aeronave”, agregó la ejecutiva.
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