Anyelo Acosta, titular de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Ecuador, habló en exclusiva con Ladevi Medios y Soluciones sobre las directrices implementadas desde esta entidad para impulsar los vuelos.
Anyelo Acosta: "La política de cielos abiertos continúa"
-¿Cómo se coordinó entre el sector público y privado la viabilidad de la operatividad del 100% de frecuencias?
-En reuniones constantes entre varias instituciones se han puesto ciertas restricciones para la utilización de las frecuencias en las aerolíneas. Esto ha variado en diferentes porcentajes, pero considerando que es necesario mantener la conectividad, la economía de los países, creímos que era imperativo eliminar los límites para la utilización de frecuencias. Esta decisión se tomó tras el levantamiento del estado de excepción el pasado 14 de septiembre. A partir de ahí se ampliaron todas las frecuencias aéreas para que utilicen su capacidad al 100% en las operaciones.
-¿Cómo ha sido la recuperación del tráfico aéreo en el país desde que reiniciaron los vuelos el 1° de junio?
-En los últimos tres meses hemos visto que se han ido incrementando los vuelos. En junio tuvimos aproximadamente 28 mil pasajeros. En julio 60 mil y en agosto 78 mil pasajeros.
-¿Existe algún paquete de medidas para incentivar la conectividad y que las aerolíneas vengan a Ecuador?
-El país tiene la política de cielos abiertos vigente. Es una disposición del gobierno y nosotros estamos para apoyar esta situación. Los beneficios de cielos abiertos son, por ejemplo, la flexibilidad en todos los trámites, la apertura y asignación en las frecuencias, la libre asignación para los diferentes equipos que pueden volar. Potencialmente la llegada de más aerolíneas de otras naciones participantes también. La libre competencia entre las líneas aéreas beneficia al usuario, que tiene la capacidad de decidir en qué aerolínea que esté certificada puede viajar. También existe una reducción de las tarifas aéreas y un potencial aumento del turismo. Esto hace que se vayan dinamizando los países.
-¿Qué nos puede decir sobre las tasas que pagan las aerolíneas?
Hay derechos de aterrizaje, iluminación en pistas y van de acuerdo con la categoría del aeropuerto. Si son aeropuertos internacionales, nacionales, el tipo de operación que están haciendo. Si es que es un vuelo chárter, un vuelo regular. Existen unas tablas que ya están establecidas para cada una de estas aeronaves y aeropuertos. Normalmente estos impuestos están dados en los aeropuertos que están concesionados. Los valores ya están establecidos. Por ejemplo, el aeropuerto de Quito tiene la concesión para Quiport y el aeropuerto de Guayaquil está con Tagsa que son administrados por otras entidades que no son la Aviación Civil. Esta entidad lo que tiene es el control del espacio aéreo, el control y el seguimiento operacional. Estas tasas van a variar de acuerdo con las aerolíneas, la capacidad y peso del avión que esté operando y dependiendo del tipo de operación que tiene.
-¿Cómo se realizaron los procedimientos para realizar protocolos de bioseguridad y garantizar vuelos seguros?
-Con la presencia del Covid-19 nos empezamos a enterar qué pasaba en otras regiones y países, y esto nos fue alertando para ver cómo íbamos a trabajar. Lo primero que hicimos fueron mesas de trabajo entre varias instituciones. Eso nos permitió determinar que necesitábamos tener un aforo mucho menor en los aeropuertos, mantener informados a los pasajeros de que era seguro volar, sobre la cantidad de personas que ingresaban, cómo aislar a los funcionarios por medio de pantallas en los counter, el distanciamiento, utilizar la tecnología en los aeropuertos y que las tripulaciones puedan informar cuáles eran y son las medidas que se están tomando para evitar una propagación del virus.
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