En videoconferencia exclusiva con Ladevi Medios y Soluciones, Luciano Macagno, director general de Delta Air Lines para América Latina, el Caribe y sur de Florida, se refirió al restablecimiento post pandemia de los vuelos de la compañía en la región y a otros temas generales de interés para la industria de viajes.
Delta recuperó toda su red en Hispanoamérica
El ejecutivo comenzó la charla manifestando su satisfacción “porque diciembre está marcando el regreso de Delta a prácticamente toda la región”, aunque aclaró que a fines del segundo semestre del año ya se había producido el restablecimiento de algunas rutas alimentadas por pasajeros estadounidenses que, al no poder viajar a otras partes del mundo, se volcaron a las islas de Caribe y hacia algunos destinos de México. “Esto, nos permitió recuperar cerca del 50% de nuestro network regional”, recalcó.
Tras indicar que “el cierre de fronteras y las restricciones de viaje impuestas por algunos gobiernos hizo un poco más complicado el regreso al resto de la región”, Macagno resaltó su manifestó su satisfacción por este retorno paulatino de los vuelos que, en diciembre, encuentra a la compañía con prácticamente toda su red en funcionamiento.
Los vuelos a Brasil, por ejemplo, se repusieron en agosto y ahora, desde el 17 de diciembre, la ruta entre San Pablo y Atlanta pasa a ser diaria. Las operaciones en Peru y Colombia arrancaron semanas atrás y en estos días es el turno de Santiago (Chile) y Buenos Aires, cuyas conexiones con el hub de Atlanta comenzarán el 18 y 19 de diciembre, respectivamente.
“De esta forma, destacó Macagno, estaremos volando a todos los países a donde llegábamos pre pandemia con la única excepción de Gran Cayman. Estoy muy contento de que podamos volver a conectar a esta región con Estados Unidos y con el mundo.”
Consultado sobre las aeronaves que se utilizarán para cubrir las rutas a Sudamérica, el director de Delta adelantó que son equipos Boeing B-767/400 en dos versiones de cabina. Por un lado, con la configuración tradicional, o sea con Delta One (Business Class con asientos cama), Comfort+ y Main Cabin (Economy); y por otro –en el caso de los vuelos a Argentina, Chile y en enero San Pablo-Nueva York– en una flamante propuesta con cuatro clases de servicio, destacándose la presentación de suites compartimentadas en Delta One y la llegada de Delta Premium Select (producto intermedio entre Delta One y Comfort+ ya lanzado en Europa y Asia), más Comfort+ y Main Cabin.
Aclaró, sin embargo, que durante la segunda mitad de enero y febrero estos últimos aviones pueden ser reemplazados por Airbus A330, atento “a las oportunidad y necesidades de carga”.
Cuidados y cautelas de Delta
-¿Tienen alguna estimación de cuándo la empresa volverá al esquema operativo pre pandemia? ¿Están lanzando alguna promoción tarifaria para despertar demanda?
-Nosotros, producto de lo desafiante que ha sido esta pandemia, estamos siendo muy cuidadosos y cautelosos sobre la forma de volver a operar en estos mercados, buscando, por supuesto, que sean operaciones sustentables. De nada sirve lanzarnos a un mercado para después tener que salir. La idea es ir paso a paso y que las frecuencias programadas sean un reflejo de la demanda de cada mercado. El primer paso, que ya estamos dando en algunos destinos como Buenos Aires, es iniciar los servicios con tres frecuencias semanales para luego ir incrementándolas según la demanda.
Hoy estamos previendo tarifas introductorias que, sin lanzar un número, resultan muy interesantes para quienes quieran viajar por turismo, menores a las que existían pre pandemia. Queremos llegar a un equilibrio con tarifas que inviten a viajar a niveles tarifarios que nos permitan mantener una operación sustentable. Ni tarifas locas por el piso ni tarifas ridículamente altas. He recibido muchas preguntas acerca de si todo lo que estamos invirtiendo en salud, seguridad, higiene a bordo y cambios de procesos se va a volcar a los precios. Y puedo asegurar que eso de ninguna manera va a suceder. Esta es una industria que por excelencia maneja tarifas basadas en lo que el consumidor está dispuesto a pagar; algo que no va a cambiar.
Bioseguridad, prioridad número uno
-¿Cómo está respondiendo Delta a las necesidades de bioseguridad que impuso la pandemia?
-Nosotros habíamos empezado a trabajar en bioseguridad bastante tiempo antes de la pandemia. El año pasado, por ejemplo, en el aeropuerto de Atlanta inauguramos terminales totalmente biométricas donde uno puede llegar desde la calle, desde su auto, hasta el asiento del avión sin contacto con ninguna persona gracias a tecnología de reconocimiento facial. Y esto lo hicimos pre pandemia, cuando no se hablaba de distanciamiento social, sino para ofrecer una experiencia de viaje más amena y rápida, especialmente para el viajero frecuente. También hemos incorporado en todos los check points de seguridad de aeropuertos como el de Atlanta bandejas antibacteriales que no contagian ningún tipo de virus y que si bien existían desde hace tiempo hasta ahora no habían sido necesarias. Además, estamos instalando luces antibacteriales en los baños de los aviones. Hoy el foco de Delta está en aprovechar no solo la biotecnología sino todos los avances que lleven a una experiencia de viaje más agradable y segura.
-¿La llegada de la nueva normalidad ha cambiado la relación de la aerolínea con el canal de distribución?
-Si algo ha ocurrido es que esa relación se ha intensificado. De hecho, y ya saliendo de la comunidad de las agencias e incluso de la vida privada, creo que este es un momento en el que nadie ha generado un nuevo relacionamiento. Es muy difícil hacerlo a través de una cámara, de una videollamada o de una reunión virtual. No creo que nadie pueda decir que en estos meses mejoró o expandió sus relaciones.
Sin embargo, puedo decir que en estos nueve meses en Delta hemos profundizado las relaciones que ya teníamos y que venimos construyendo con el canal desde hace años. Hicimos lo imposible por no aflojar ni un poquito esa relación, incluso en momentos en que no había vuelos ni motivos explícitos para estar en contacto.
En Delta creemos que el rol del agente de viajes es hoy más relevante que nunca porque faltan certidumbres sobre cómo debo viajar al próximo destino, que medidas de seguridad existen, que procesos tiene el hotel y la aerolínea, que va a pasar en el aeropuerto. Y es ahí cuando el agente de viajes juega un rol protagónico y educacional en la experiencia de viaje, donde hasta la persona más experimentada se pregunta qué ha cambiado en el lugar que visitará.
La recuperación del Corporate Travel
-Teniendo en cuenta la importancia económica que representan los viajes de negocios, ¿para cuándo calculan un resurgimiento de tan lucrativo segmento?
-El segmento corporate es nuestro `core´ y un negocio hiper importante para nosotros. Espero que comience a verse un resurgimiento a partir del segundo trimestre del próximo año. Muchas compañías ya anunciaron que van a empezar a liberar sus políticas de viajes a partir de enero, aunque de todos modos sabemos que la renormalización va a ser paulatina. Pero estoy convencido que a largo plazo los viajes de negocios en persona serán irremplazables.
Creo que cerrar un negocio por videoconferencia puede ser muy bonito hasta que pierdas un negocio porque tu competidor viajó en persona y cerró el negocio cenando en el mismo hotel en que estabas acostumbrado a hacerlo la noche anterior a que comience el nuevo contrato. Y cuando eso empiece a pasar, las preocupaciones de una empresa se van a replicar en otra.
Lo cierto es que los viajes corporativos van a resurgir junto a nuevas oportunidades de negocios, esas pymes que antes no viajaban van a comenzar a hacerlo y también volverán a hacerlo las grandes corporaciones.
Lo que está claro es que el recupero va a ser más lento que los viajes de placer, y que va a comenzar en el segundo trimestre de 2021, con un crecimiento importante para fin de año, aunque no como en los niveles anteriores hasta probablemente fines de 2022.
-¿Cuáles son las fortalezas, los puntos fuertes de Delta, de cara a la competencia?
-Punto número uno y sin ninguna duda, la cultura, la gente, el equipo. Algo que viene diciendo Delta desde hace más de 90 años y que yo vengo experimentando desde hace siete años. Y es especialmente ahora, después de tantos meses de vivir situaciones complicadas, cuando esos valores se revelan y se nota quien es quien. Nosotros tuvimos que vivir un downsizing, un achique de nuestra organización como cualquier otra compañía aérea en el mundo en el marco de esta pandemia. Y lo hemos hecho a través de un proceso cien por ciento voluntario, dándole a la gente lo que lo que necesitaban para que se sintieran cómodos si querían salir, gente que estaba preparada para su jubilación, gente que quizás quería tomar otro rumbo.
Además, rediseñamos procesos para darle a nuestros clientes la tranquilidad de que en nuestros aviones van a estar seguros; esto fue producto del feedback que recibimos de nuestros clientes, pero también de nuestros propios empleados, que se acercaron, que generaron focus groups de trabajo para desarrollar soluciones en conjunto.
Segundo, está nuestra adaptabilidad no solo a circunstancias especiales como esta pandemia, sino también en la forma de acercarnos a los mercados locales. Apenas ingresé a Delta, me llamó positivamente la atención que siendo una compañía norteamericana, con ambiciones locales, tenía un claro compromiso de brindar un producto, un servicio, una cultura que se asemejara lo más posible a los requerimientos de los clientes cada mercado sin perder, por supuesto, su identidad de compañía norteamericana global.
Sobresale también el foco de Delta en tecnología, en ser disruptiva en la industria de viajes creando, trayendo, buscando y generando adelantos tecnológicos que hacen que viajar sea cada vez mejor. De hecho, contamos con un Centro de Innovación en la Universidad de Georgia donde un equipo de trabajo multidisciplinario que está permanentemente pensando qué se requiere, qué se puede aprovechar de tecnologías emergentes para viajar cada vez mejor.
Finalmente, destaco nuestras alianzas, que las menciono último pero quizás tendrían que estar primero pues son las que nos han hecho exitosos en el mundo y nos han permitido alimentar nuestras ambiciones de ser una compañía global, la mejor compañía global, no queriendo reinventar la rueda sino generando sinergias con quienes mejor lo saben hacer en cada región. Es el caso de Aeroméxico, es el caso de Latam y es el caso de tantos otros partners que tenemos en el mundo donde siempre hemos ido a buscar el mejor socio local para poder generar un balance entre una compañía norteamericana con ambiciones globales que quiere tener un proyecto y un servicio local.
-Para cerrar, ¿cuál es tu mensaje para la industria?
-Me gustaría que los agentes de viajes, los corporate managers y todos los que son parte de la industria sepan que hemos hecho todo lo posible y lo estamos haciendo para que viajar sea más seguro que nunca. No importa cuanto hayan viajado antes de la pandemia; volar hoy es totalmente diferente, hay procedimientos nuevos y la experiencia es otra. Hoy estamos muchos más cerca del final de esta pandemia y ya se ve una luz al final del túnel que nos invita a ser cautelosos, pero hiper optimistas. Muy en breve, a la vuelta de la esquina, vamos a empezar a ver un recupero fuerte y vamos a volver a ser, todos juntos, aquello que éramos.
ENTREVISTA COMPLETA A LUCIANO MACAGNO, DIRECTOR GENERAL DE DELTA AIR LINES PARA AMÉRICA LATINA, EL CARIBE Y SUR DE FLORIDA.
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