Para Raúl García, presidente de Captur Pichincha, las empresa privada aún tiene problemas de liquidez, lo que complica su reactivación y supervivencia.
Captur Pichincha: "Es imposible sostenerse sin ingresos"
-¿En qué estado se encuentra la reactivación del sector turístico en Quito?
-Hemos pedido al gobierno desde fines de marzo que nos ayuden con créditos a largo plazo, blandos, el diferimiento de los impuestos, el diferimiento de patentes, permisos, LUAE, que se pueda conversar con el IESS para que los créditos hipotecarios y los quirografarios de nuestros empleados sean diferidos. Inclusive enviamos al Ministerio de Finanzas un proyecto para crear un fondo de salvamento del sector, de US$ 300 millones a través de una ventanilla de un fondo multilateral, donde también le pedíamos que nos brinde un crédito blando de cinco años, con un año de gracia y pagaderos trimestralmente. Tampoco nos ayudaron en ese sentido y no hemos recibido respuesta.
-¿Cuántas empresas han cerrado sus puertas y cuántos empleos se han perdido?
-Más del 30% de la actividad turística está cerrada. En cuanto a los hoteles más de 500 plazas de habitaciones se han cerrado. Es imposible sostener un negocio si no hay ingresos, y los egresos son altos. Las leyes no nos ayudan. A la larga es imposible sostenerse tanto tiempo y el futuro también es incierto. No sabemos si en septiembre u octubre comenzará a reactivarse. No existe una estrategia o apoyo para el sector.
-Hablemos sobre el Sello de seguridad que los gremios lanzaron para garantizar confianza en los turistas.
-Es un sello que merece una visita in situ y necesita una auditoría para poder certificar y garantizar al usuario que es un lugar seguro. Hay muchos hoteles, sobre todo en la ciudad, que están tomando la auditoría y eso va a servir para ofrecer la garantía de que son sitios seguros.
-El sector señala que los recursos generados por impuestos, como el Eco Delta, no son destinados hacia la promoción. ¿Qué nos puede decir sobre el tema?
-Hace algunos años, cuando se creó el fondo mixto de promoción, se sustentó con el aporte del 1 por 1000 de toda empresa turística que esté registrada formalmente en Ecuador, y a los ciudadanos ecuatorianos se les pidió la tasa Eco Delta. En 2014 el gobierno se acabó ese fondo. Las tasas se siguieron cobrando y se fueron a la cuenta del Estado y desde ese año no tenemos promoción. A través de esta tasa del sector turístico privado y el aporte de los viajeros se juntan de US$ 60 a US$ 70 millones por año. En 2019 generamos US$ 2.287 millones por ingresos de divisas frescas al país y los ecuatorianos que se fueron gastaron casi US$ 1.800 millones en sus viajes al exterior.
-¿Cómo se encuentran las conversaciones con Quito Turismo?
-Quito Turismo es un gran socio estratégico del sector privado. Estamos en conversaciones porque existe un plan piloto de turismo internacional hacia Galápagos. El turista extranjero tiene que llegar con una prueba PCR negativa y al arribar al país debe tomarse nuevamente esta prueba. Después de estar de 48 a 72 horas en Quito o en un hotel rural, debe dar negativo en una nueva prueba para obtener la autorización a un salvoconducto que tiene el operador turístico para llegar a Galápagos. El viernes 31 de julio llegaron dos grupos que pasaron por este proceso exitosamente y el 3 de agosto viajaron a Galápagos. Con este protocolo de bioseguridad esperamos reactivar el turismo hacia el destino.
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