Enrique Cabanilla, director de la carrera de Turismo de la Universidad Central del Ecuador (UCE) y consultor turístico, conversó con La Agencia de Viajes sobre las posibles soluciones para la recuperación del sector, así como sobre las claves para la supervivencia de las empresas.
Enrique Cabanilla: "El riesgo es no poder salvar al turismo"
-¿Qué soluciones puede aportar las universidades para el turismo?
-Un punto en el que se ha trabajado es en la realización de estudios de cómo van la oferta y la demanda. Un segundo tema es producir información asertiva basada en datos y hechos. También podemos ayudar a las empresas en este proceso de sobrevivencia. En un estudio que hicimos en julio, estimábamos que el 13,3% del catastro nacional ya había cerrado. Estamos hablando de cerca de 2.600 empresas, dato que en la actualidad más bien se ha confirmado con información oficial y nos hemos quedado cortos porque en los últimos meses no ha habido un repunte. Finalmente, la academia puede ser un puente de innovación: podemos acompañar estos cambios de timón que tienen muchas empresas que miraban exclusivamente al mercado internacional y así ayudar con asistencia técnica.
-¿Cómo incentivar la confianza ante la incertidumbre que genera el aumento de contagios?
-Comunicación asertiva. Leí un estudio hecho en Europa, uno de los ejes del nuevo rebrote. Ellos tienen claro que el turismo es el lugar que mejores normas de bioseguridad tiene. Es el que menos ha provocado contagio o esparcimiento de Covid-19 porque somos una industria de procesos.
-¿Qué tan importante es el turismo en Ecuador? ¿Cómo puede volver a crecer esta industria?
-Tenemos una perspectiva de una recuperación media a finales de 2021. Hay que cuantificar cuál es el riesgo de la industria turística, la cual genera 500 mil empleos directos e indirectos (22.500 empresas registradas en el Ministerio de Turismo, y otras en el Ministerio del Interior). Estamos hablando de un sector cuya quiebra es preocupante. Un caso interesante es España, que para el próximo año va a destinar como presupuesto para el turismo cerca de € 330 millones, triplicando el presupuesto que tenía en 2018. En Ecuador no hemos visto eso. Falta ese compromiso como país para que se logre esta recuperación. Tal vez en junio tengamos abierto todo a un 60%, pero los flujos tardan.
-¿Qué puede decir sobre el turismo receptivo?
-Nuestros mercados tradicionales son Perú, Colombia, Estados Unidos y Europa. En 2022 tal vez tengamos números similares a 2015 y eso va abriendo brechas porque -concuerdo con analistas internacionales- no hemos visto el peor impacto en las empresas. Tenemos que ser creativos en buscar otros mercados. Como hemos regresado a ver al ecuatoriano, creo que también podríamos regresar a ver a Sudamérica. Los destinos de más cercanía tienen mayor confiabilidad.
-¿Cuáles recomendaciones brinda a las empresas para enfrentar esta crisis?
-La primera es que hay que volver a agrupar esfuerzos. Debe haber una voz mediadora que no deje morir el tema de renegociación de créditos, de nuevas líneas inclusive para reactivación, que es fundamental. Lo segundo es explorar nuevos productos. Finalmente, ir a los números y costos. Se puede empezar a pensar en clubs de compras, en asociaciones para hacer mejores tratos con proveedores hoteleros, de restaurantes.
-Otro experto hablaba de eliminar los feriados porque generan aglomeraciones, ¿qué nos puede decir al respecto?
-Hay que desestimar que el único momento de viaje sean los feriados. En cada uno se tiene estimado que en el país viajan hasta 2 millones de personas. De los 16 millones de habitantes de Ecuador, estamos hablando de hasta un 15%. Ahora bien, ¿cómo incentivar esos 52 fines de semana? Creo que deberíamos hablar de una cultura de viaje que tenga facilidades económicas, como la reducción del IVA que se le cobra a los turistas.
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